La ola del Femenino nos inunda de felicidad

Podría haber ingresado la última bola de Noroeste y tal vez no estábamos escribiendo estas líneas. En definitiva el deporte siempre tiene revancha y esta vez la taba cayó de nuestro lado en Tostado.

De un tiempo a esta parte, la rama femenina en la Asociación Santafesina viene dando pasos muy firmes. La pandemia marcó un punto de inflexión para añadir en los clubes a las chicas que hasta ese momento, debían irse a otros lados, optar por los cuatro clubes históricos o bien volcarse a una disciplina diferente.

El básquet femenino es básquet, con chicas, pero básquet. Entonces, más allá de las practicantes, empezaron a comprometerse más entrenadores, empezaron a abrirse más espacios y empezaron muchas patas a entender que esta mesa tenía la firmeza de crecer.

En los útimos tres años, Santa Fe confirmó su supremacía en U14 y U18, pero faltaba ese paso con las Mayores, a sabiendas que en Tostado el pasado fin de semana la ASB presentó un equipo joven, pero con chicas que vienen compitiendo seguido y en niveles superiores a un certamen doméstico.

La dirigencia local se comprometió con hechos valientes y hasta nos dimos el gusto de ver en la capital provincial, en el arranque de julio, a los mejores equipos de otras asociaciones, varios de los que iniciarán en breve la Copa Santa Fe.

¿Hay algún secreto?, claro que no. Trabajo, trabajo y más trabajo. Ganas, convicción, compromiso diario. De los entrenadores, de los preparadores físicos, de los dirigentes. Todos tienen un pedazo de gloria en este momento. Ellas solamente deben salir a la cancha, pero lo hacen con un respaldo que también decantó en un logro histórico.

Cosas para corregir hay siempre, en los clubes, en la organización, en cada jugadora que se esmera en progresar con su club. El Femenino avanza, no se detiene, sus pasos son logros palpables, su energía contagia, el entusiasmo enamora. En definitiva, esta ola nos inunda de felicidad.

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