El domingo que viene, desde las 9.30, se largará desde el parador Piedras Blancas la 47ª edición del Maratón Santa Fe-Coronda, que promete un alto nivel deportivo y pasional, como a lo largo de toda su historia.
El pronostico del clima vaticina 36 grados de máxima, por lo que el escenario será complicado para los competidores, por las altas temperaturas del agua, que ya anda por los 30 grados. Esto sería un motivo para que el tiempo de carrera sea mayor al esperado.
De igual modo, el caudal viene creciendo lo que abre el crédito para que se viva una fiesta en todo sentido. Eso sí, habrá un punto que se llevará gran parte de la atención: el Vado. El paso tradicional hacia el Río Salado está tapado por la vegetación, por lo que no se puede transitar, entonces la organización le anexó un trayecto mayor de 300 metros, marcando un precedente. Así lo confirmó Diego Degano, integrante del comité.
De igual modo, el caudal viene creciendo lo que abre el crédito para que se viva una fiesta en todo sentido. Eso sí, habrá un punto que se llevará gran parte de la atención: el Vado. El paso tradicional hacia el Río Salado está tapado por la vegetación, por lo que no se puede transitar, entonces la organización le anexó un trayecto mayor de 300 metros, marcando un precedente. Así lo confirmó Diego Degano, integrante del comité.
A lo que agregó: “A esta altura, prefiero que el río crezca 40 o 50 centímetros, por más que los nadadores tengan que transitar en contra. Le digo a los santotomesinos tengan la tranquilidad de que pasaremos por enfrente”.
Justamente es un paso clave en algún aspecto, porque los corredores muchas veces sacan distancia. En la actualidad se nada mucho en pelotón, pero el trayecto por Santo Tomé podría marcar un quiebre. Vale recordar que en ese lugar los nadadores estarán por su cuenta.
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