Un jueves de la NBA con pocos partidos como es habitual prometía que uno podía ser un encuentro apasionante: el segundo choque entre los líderes de la Conferencia Este y Oeste, que no se volverán a ver hasta unas hipotéticas Finales: Cleveland Cavaliers y Oklahoma City Thunder.
Y terminó siendo un partido de impacto, pero no por entregar unos minutos finales en los que era imposible despegarse de la pantalla sino por el resultado. OKC Thunder se tomó revancha de su caída del 8 de enero, la única que sufrió en sus últimos 20 partidos, y le ganó a Cleveland por 134-114. Si ese marcador no llama tanto la atención, si lo hace el que mostraba el partido al cabo del segundo cuarto: los dueños de casa ganaban por 75-49.
La sangre estaba claramente en el ojo del Thunder, al que se le escapó el choque anterior en Cleveland en el último cuarto, y enseñó porque son por gran diferencia la mejor defensa de la NBA en esta temporada.
Dejaron a los Cavaliers, los dueños del ataque más efectivo, en apenas 14 puntos en todo el primer cuarto. Y entre el segundo y el tercero les anotaron 87 puntos, 43 en un período y 44 en el otro, en una noche en la que llegaron a tener una ventaja de 42 puntos.
Pérdidas y pérdidas de Cleveland, que terminó cometiendo 21, terminaban generando un contraataque efectivo del Thunder en un encuentro en el que Shai Gilgeous-Alexander hizo lo que se propuso, con 40 puntos en 26 lanzamientos: 16-21 en tiros de dos puntos y además 5-5 en tiros libres, junto a ocho asistencias en apenas 29 minutos en cancha.
Ahora el récord de Cleveland y de Oklahoma City es el mismo: 34-6 para ambos, un 85% de triunfos. Y se abre una carrera en la segunda mitad de la temporada por ver quién acumula más triunfos para tener la ventaja de localía si es que los dos superan las rondas de Conferencia en los Playoffs.
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