La Nochebuena fue el punto de partida para jugar este partido. Guillermo Castrodeza sufrió un desgarro aórtico que obligó a varias intervenciones en la ciudad de Rosario.
Memo, ícono de nuestro básquet y muy querido por su permanente bondad y generosidad, día a día da pasos cortos pero firmes en la Cuna de la Bandera.
La paciencia es clave en este “playoffs” para ganar la serie y verlo nuevamente junto a los chicos de Regatas Coronda, esos que le agradecen su vuelta el año anterior y que lo esperan con ansias para que les enseñe a jugar este maravilloso deporte.
Con el paso de los días, seguramente quedará todo en anécdota, con una familia detrás que está al pie del cañón más un ejército de anónimos que no paran con sus cadenas de oración y la buena vibra para el gran Memo.
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