Puerto Rico recuperó la compostura en la segunda mitad y vino desde atrás para doblegar a Cuba, por 81-73 y silenciar al Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana.
Los boricuas igualaron con los cubanos con marca de 2-2 en el Grupo D, pero con el duelo particular a su favor.
Ismael Romero, cubano de nacimiento, pero nacionalizado puertorriqueño, destacó con un doble-doble de 15 puntos y 14 rebotes. El pivote desajustó a la defensa rival, a partir del tercer cuarto, con sus acciones de cortina y desmarque.
Puerto Rico tuvo un ataque muy nivelado en líneas generales. Tjader Fernández produjo 11 tantos (3 triples) y 5 asistencias, mientras que Gandía y Alfonso Plummer añadieron 10 cada uno. Kappos y Morales siguieron con 9 y 8 unidades, respectivamente.
Por Cuba, Pedro Bombino (20 puntos y 5 rebotes), Reynaldo García (19 y 5 asistencias) y Yoanki Mencia (16), fueron los más destacados.
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