No es un buen momento para San Lorenzo. El Ciclón atraviesa horas convulsionadas. Los conflictos dirigenciales se trasladaron a la cancha y el equipo se retiró bajo una lluvia de insultos tras perder agónicamente por 1 a 0 con Atlético Tucumán en el Nuevo Gasómetro.
La guerra interna entre el presidente Marcelo Moretti y el vocal Néstor Ortigoza -quien sigue hasta el momento en funciones en el fútbol profesional pese a las declaraciones del mandamás-, sumada a la reciente eliminación de la Copa Argentina a manos de Vélez, convirtieron al estadio del Ciclón en un hervidero.
El gol de Renzo Tesuri a los 95′ fue la gota que rebasó el vaso y dejó a Leandro Romagnoli tambaleando en el cargo de entrenador. Justamente el Pipi fue tajante luego del encuentro y decidió suspender la conferencia de prensa. Tampoco hablaron sus futbolistas.
A pedido suyo, el técnico estuvo reunido varios minutos en el vestuario con los propios Moretti y Ortigoza, quien siguió el encuentro desde un palco junto a su hermano. La intención de Romagnoli era dar un paso al costado, sin embargo lograron convencerlo para que continúe.
Para colmo, San Lorenzo deberá afrontar una seguidilla trascendental para sus aspiraciones: el martes recibirá a Atlético Mineiro por los octavos de final de la Copa Libertadores, luego visitará el domingo 18 a Boca por la Liga Profesional y el martes 20 jugará en Brasil la revancha ante el conjunto de Gabriel Milito.
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