DeMar DeRozan es eterno. La estrella de Chicago Bulls ha sido uno de los anotadores más constantes de la NBA en la última década. A sus 35 años sigue destrozando a las defensas rivales y los Indiana Pacers fueron su última víctima.
DeRozan anotó 46 puntos en la victoria por 132-129 de Chicago sobre Indiana del miércoles, siendo decisivo en los momentos más importantes del partido.
Myles Turner anotó un triple oportuno tras una asistencia de Tyrese Haliburton para darle a los Pacers una ventaja de tres puntos con menos de un minuto por jugar, pero DeRozan volvió con una bandeja para mantener a los Bulls con vida. Los dos equipos intercambiaron posesiones vacías después de que Pascal Siakam realizara un gran tapón en el potencial tiro ganador de Coby White, y parecía claro que Indiana se llevaría la victoria.
Aaron Nesmith encestó con calma un par de tiros libres para poner a los Pacers tres arriba con cinco segundos por jugar. Tras eso llegó la hazaña de DeRozan.
Indiana cometió una falta intencionada sobre DeRozan para evitar un tiro de 3 puntos que empatara el partido, y éste acertó el primero de sus dos intentos. Con los Bulls aún perdiendo por dos y necesitando un fallo, DeRozan ejecutó a la perfección el plan de juego. Ambos equipos lucharon por el rebote, y el balón se fue fuera tras tocar en alguien de Indiana.
Eso permitió a DeRozan hacer lo que mejor sabe hacer. Encestó una canasta de media distancia en el momento justo para mandar el partido a la prórroga.
La mano caliente de DeRozan no se enfrió, ya que anotó los ocho primeros puntos de los Bulls en la prórroga. Sumó nueve puntos en el tiempo suplementario y llegó a un récord de temporada de 46 puntos. Encestó 15 de 24 en tiros de campo y 15 de 17 desde la línea de tiros libres.
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