Lucas Victoriano no pudo hacer pie en su primera incursión en el básquetbol europeo y, tras solo 6 partidos dirigidos (1-5), fue despedido del Palmer Mallorca Basket de la 1º FEB española. El golpe decisivo fue la derrota ayer, de local, ante Obradoiro, por un lapidario 45-115, 70 puntos de margen, la diferencia más amplia de la historia del ascenso. Y encima en casa.
Victoriano había fichado por los de la isla a comienzos de noviembre, cuando el equipo ya estaba último, con marca de 1-5, y lo deja en el mismo sitio, completando también un récord idéntico de 1-5. Sin embargo, la derrota ante Obradoiro caló hondo y no hubo manera de evitar su salida.
Lucas hizo declaraciones ayer: “Hay que hacerse cargo de la situación. Creo que tenemos un bloqueo mental importante. Parte de todo es culpa mía. Tenemos que empezar a divertirnos, a disfrutar de jugar al básquet y no lo estamos haciendo. Hubo solo un equipo dentro de la pista. Entramos en un pozo depresivo, es la segunda vez que nos pasa, y eso es preocupante. Le pedimos perdón a la afición. Queda un montón todavía para competir”.
Esta mañana, a primera hora, el club decidió que no iba a esperar esa reacción con Victoriano al frente y comunicó su despido. Quedará al frente el asistente de Lucas, Juan Ignacio Díez de Acharán, que también es argentino, aunque menos conocido. Oriundo de Punta Alta, estuvo incluso en la preparación de Argentina a mitad de año colaborando con el staff de Pablo Prigioni.

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