La Federación Británica de Básquetbol (BBF) quedó temporalmente fuera de control sobre las competiciones masculinas y la selección nacional. FIBA tomó la decisión luego de evaluar la crisis de gobernanza que surgió tras la disputa con Super League Basketball, la liga creada por los principales clubes tras el colapso de la British Basketball League en 2024.
La intervención incluye la autorización a un Taskforce de FIBA para dialogar con clubes, jugadores y el gobierno británico. Su objetivo es proponer un marco operativo provisional que garantice la regularidad y transparencia en las competiciones nacionales, mientras se resuelven las irregularidades administrativas detectadas.
El conflicto que motivó la suspensión involucró acusaciones de corrupción, enfrentamientos legales y desorden operativo, lo que llevó a FIBA a considerar urgente restablecer la integridad del básquet masculino en el país. La entidad internacional subraya que la medida es temporal y orientada a la sustentabilidad del deporte.
Con esta intervención, FIBA busca evitar que la falta de control afecte el desarrollo de jugadores y la participación del equipo nacional en competencias internacionales. La decisión marca un precedente en la supervisión directa de federaciones ante crisis de gobernanza.
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