Instituto sacó a relucir su temple y corazón en el Ángel Sandrín para quedarse con un triunfazo que lo mantiene con vida en la serie ante Riachuelo. Fue un 77 a 76 cargado de dramatismo, con definición en los segundos finales y el aliento ensordecedor de su gente como motor.
El juego volvió a presentar la misma paridad e intensidad que el primer punto. La Gloria comenzó mejor, llevándose el primer cuarto por la mínima (18-17), pero Riachuelo respondió con un gran segundo parcial (28-20) que le permitió marcharse al descanso largo arriba en el marcador.
El equipo riojano mostró nuevamente un altísimo nivel, con un Juan Pablo Corbalán encendido (22 puntos) y un sólido aporte interior de Reginald Becton (14 y 7 rebotes). Por momentos, Riachuelo llegó a estirar diferencias de forma similar al primer juego, haciendo trabajar a fondo a la defensa local.
Pero Instituto no se rindió. Ajustó su intensidad en ambos costados y dio vuelta la historia en el tercer cuarto, con un parcial de 26-14 liderado por el empuje y talento de Nicola Pomoli (15 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias). El uruguayo fue clave para sostener la remontada, bien acompañado por Leandro Vildoza, que firmó una planilla brillante con 25 tantos, 4 rebotes y 4 asistencias.
El cierre fue a pura tensión, con la visita peleando cada bola y la Gloria aferrándose al triunfo. En los últimos segundos, una gran acción colectiva permitió que Pomoli convirtiera el doble decisivo, dejando la serie igualada.
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