El partido entre Cleveland Cavaliers y Golden State Warriors de este viernes por la noche aparecía como uno de los más atractivos del calendario de la semana en la NBA: un choque entre el líder invicto de la Conferencia Este y uno de los mejores equipos de la Conferencia Oeste, que podía servir para conocer a mayor detalle las fuerzas de cada uno.
Todo ese atractivo se esfumó en apenas un rato: la primera mitad le bastó a los Cavaliers para construir su décimo triunfo en 10 partidos y afirmar que por ahora son el mejor equipo de la liga.
Cleveland terminó ganando por 136-117 en su estadio, un resultado resonante pero lejos de ser histórico, pero en los 24 minutos iniciales estuvo lo que impactó: un 83-42 al descanso que no dejaba dudas sobre quien iba a ganar el partido y ponía a los Warriors, ganadores de siete de sus ocho partidos previos, en una posición humillante.
Los Cavaliers establecieron su récord de mayor cantidad de puntos en una mitad con esos 83 tantos y también su mayor diferencia histórica a un entretiempo por los 41 puntos de ventaja, que no estuvieron tan lejos del récord histórico de la NBA (los 50 puntos de Dallas Mavericks sobre LA Clippers en diciembre de 2020 con un 77-27).
Ni siquiera en sus mejores épocas con LeBron James, cuando le ganaron a los Warriors el título de 2016 o cuando fueron finalistas de la liga en 2007, 2015, 2017 y 2018, los Cavaliers habían comenzado una temporada con récord de 10-0.
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