El serbio Nikola Jokic, camino a su tercer premio MVP, sigue sorprendiendo cada noche y eso es ya muy difícil. Cuando creías haber visto todo lo que da su juego, el pivote se saca de la manga otro truco -por eso es el Joker- que deja boquiabierta a la audiencia. Ante los Toronto Raptors tuvo que dar el máximo para superar a un equipo con muchas bajas, 125-119, pero tras remontar 21 puntos en el tercer cuarto, Jokic firmó un partido para la historia.
Porque desde que se incluyeron los robos en las estadísticas de la NBA, en 1973-74, ningún jugador de la historia había acabado con una línea de números como la del serbio: 37 puntos, 17 rebotes, 12 asistencias y 6 robos de balón, cuatro de ellos en el tercer cuarto.
Todo ello para lograr su triple-doble número 21 de la temporada y el 126 de su carrera. “Ha hecho un gran trabajo anticipándose a la líneas de pase”, decía de su compañero Jamal Murray. “Se trata de saber estar en el ángulo del pase correcto”. Murray, que también está de dulce, acabó con 26 puntos, 12 de ellos en el cuarto periodo.
Los Nuggets lucen un parcial de 9-1 desde el All Star y ante los Raptors lograron su tercer triunfo consecutivo. Tienen el mejor quinteto de la NBA y, probablemente, al mejor jugador del planeta que se ha propuesto ganar su segundo anillo consecutivo.
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