Los Lakers parecen tener el número de Oklahoma City. Por tercera vez en cuatro partidos en esta temporada, Los Angeles derrotó al equipo que ingresó al lunes como líder de la Conferencia Oeste. En esta ocasión lo hizo por un claro 116-104, en un triunfo tan convincente como importante para los de Darvin Ham.
La ventaja que los Lakers tienen contra OKC es muy evidente: el físico. En cada una de sus victorias, Los Angeles ha podido sacarle provecho a su enorme diferencia de kilos y potencia cerca de los aros, frente a un Oklahoma City demasiado liviano en la pintura y sin variantes detrás de Chet Holmgren. Este lunes no fue la excepción: los de Ham dominaron 48-36 en puntos en la pintura y ganaron la batalla rebotera por 55-38.
Anthony Davis fue clave para establecer ese dominio físico en ambos costados, al brillar con 24 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones, lanzando un 7 de 12 de campo. LeBron James no se quedó atrás con 19 puntos, 11 rebotes y 8 asistencias, mientras que D’Angelo Russell lideró a todos los anotadores de la noche con 26 puntos.
La visita no solo sufrió en la pintura, sino que extrañó una mejor versión de sus bases, incluyendo un Shai Gilgeous-Alexander mucho más apagado que de costumbre: 20 puntos y 4 asistencias. Jalen Williams tampoco dijo presente, con apenas 7 puntos y un 2-9 de campo.
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